La filtración se utiliza ampliamente en las industrias de alimentos, bebidas, productos farmacéuticos y otros procesos. Según la aplicación, los equipos sanitarios deben mantener la limpieza durante toda la instalación.
Entonces, ¿qué hace que un filtro sea sanitario?
El término sanitario no significa necesariamente estéril; se refiere a la higiene y la seguridad de los productos. Un filtro sanitario está diseñado para minimizar el crecimiento de bacterias, con superficies fáciles de limpiar y carcasas que se pueden desmontar para inspección o mantenimiento.
Las carcasas de filtro sanitario se fabrican con materiales resistentes a la contaminación, presentan superficies lisas y bordes redondeados, y utilizan conexiones sanitarias que evitan la acumulación de residuos.
Un filtro sanitario combina diseño inteligente, materiales de alta calidad y facilidad de limpieza, garantizando seguridad y eficiencia:
Estas características reflejan buenas prácticas de higiene y seguridad, alineadas con estándares internacionales como la Norma Sanitaria 3-A.
En la década de 1920, elaboradores, reguladores y fabricantes crearon las primeras normas industriales para equipos sanitarios, conocidas como 3-A.
Hoy, estas normas definen criterios de diseño y fabricación de equipos en contacto con alimentos, asegurando superficies limpias y desmontables para inspección. Existen 70 normas 3-A y varias prácticas aceptadas. El uso del símbolo 3-A es voluntario y requiere autorización mediante inspección por evaluadores certificados. Para verificar si un equipo cumple estas normas, basta con buscar el símbolo o consultar los certificados disponibles en línea.
Brother Filtration ofrece tres tipos principales de carcasas de filtro sanitario:
Todas las carcasas de filtro sanitario mantienen superficies lisas, facilidad de limpieza y altos estándares de higiene.
Los filtros sanitarios y sus carcasas se utilizan en procesos que requieren altos estándares de higiene y limpieza frecuente, como:
Elaboración de alimentos y bebidas: leche, jugos, cervezas y otras bebidas.
Producción farmacéutica y laboratorios.
Agua potable: sistemas domésticos y comerciales.
Otros procesos de líquidos que requieren control sanitario riguroso.
Consejos de selección y mantenimiento
Un filtro sanitario y su carcasa higiénicos mejoran la seguridad alimentaria, la calidad del producto y facilitan el mantenimiento. Prestar atención a diseño, materiales y buenas prácticas de limpieza asegura un desempeño confiable en aplicaciones de alimentación, bebidas y agua potable.