Para lograr una filtración eficiente de líquidos industriales, los filtros bolsa (bolsas filtrantes) son una solución ampliamente valorada. Su capacidad de manejar grandes volúmenes con mínima pérdida de presión reduce costos y evita paradas no planificadas.
Sin embargo, su idoneidad depende del contexto. Este artículo aborda las dos cuestiones fundamentales que guían su selección:
1. ¿Por qué resultan superiores frente a otras alternativas en determinados casos? 2. ¿En qué aplicaciones concretas ofrecen el máximo rendimiento?
Un sistema típico de filtros bolsa está compuesto por tres elementos fundamentales que trabajan en conjunto:
una bolsa filtrante, fabricada en materiales como poliéster o polipropileno, que es la encargada de capturar las partículas contaminantes; una canasta de soporte, generalmente construida en acero inoxidable 304 o 316L para garantizar la resistencia y evitar la contaminación del fluido, cuya función es sostener la bolsa e impedir que colapse bajo presión; y un housing o carcasa, que contiene todo el conjunto y está diseñado para soportar altas presiones de operación, típicamente hasta 150 psi.
Funcionalmente, el fluido a filtrar ingresa al sistema desde el exterior de la bolsa hacia su interior, quedando las partículas retenidas en la superficie del medio filtrante.
Cuando la bolsa se satura, su reemplazo es un proceso rápido y sencillo, lo que minimiza significativamente los tiempos de parada en los procesos industriales.
El rendimiento de los filtros de bolsa depende mucho del tipo de “tela” y del material con que están hechos.
Básicamente, encontramos dos grandes tipos según su estructura:
1. Telas Tejidas (como las de una camisa): Son las hechas con hilos individuales o múltiples. Son geniales cuando necesitas atrapar partículas de un tamaño muy específico de manera constante, porque sus “agujeritos” (poros) son muy regulares.
2. Fieltros o Telas No Tejidas (como un suéter grueso): Estas bolsas se hacen entrelazando fibras de manera aleatoria (a menudo “cosidas” con agujas). Son las campeonas para atrapar cosas muy pequeñitas y pueden retener mucha suciedad antes de taparse.
Ahora, ¿de qué materiales suelen estar hechas? Cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles, pensados para distintos trabajos:
Polipropileno (PP): El todoterreno económico. Aguanta muy bien muchos químicos (ácidos y bases), pero no le gusta el calor excesivo (se ablanda por encima de ~90°C).
Poliester (PES): Un buen equilibrio. Es resistente, duradero y tiene un precio razonable. Sin embargo, en líquidos muy alcalinos y calientes puede debilitarse con el tiempo.
Nylon: Muy resistente al desgaste y flexible. Perfecto si tu líquido tiene partículas abrasivas, pero cuidado: no le van nada bien los ácidos fuertes.
PTFE: El rey de la resistencia. Casi ningún químico le afecta y soporta temperaturas altísimas (¡hasta 260°C!). La pega: es el más caro.
Nomex® (una especie de “primo resistente”): Pensado para el calor extremo (hasta 200°C) y es bastante fuerte. Pero también es caro y algunos oxidantes fuertes pueden dañarlo.
Filtros prensa:
Filtros Cartuchos/Filtros HEPA:
Los filtros bolsa son óptimos para caudales altos, sólidos abundantes y presupuestos ajustados.
Los filtros de manga son ampliamente utilizados en diversos sectores industriales gracias a su versatilidad, eficiencia y relación costo-beneficio. Sus principales ámbitos de aplicación incluyen: Tratamiento de Agua, Industria Química, Alimentos y Bebidas, Industria Farmacéutica, Pinturas y Recubrimientos, Petróleo y Petroquímica etc.
Sobre este producto, tenemos algunos casos prácticos: Por ejemplo,
En el campo de pegeneración de aceites, para filtrar aceites de corte usados se implementaron filtros bolsas de poliéster con recubrimiento PTFE. Estos garantizaron resistencia química y retención eficiente de abrasivos, manteniendo flujo constante y claridad óptima incluso con sólidos elevados y fluido adherente.
Además, durante el proceso de la elaboración de zumo, un sistema multi-etapa con bolsas (polipropileno → nailon/poliéster alimentario, de 50μm a ≤5μm) clarifica zumo de manzana con alta eficiencia.
Maneja grandes caudales, cumple estándares microbiológicos y reduce costes operativos versus cartuchos, gracias a su mayor vida útil y menor precio de reemplazo.
1. Tamaño de partícula:
2. Compatibilidad química:
3. Caudal:
4. Limpieza:
5. Costos:
¿Por qué los Filtros Bolsa Son Su Mejor Elección?
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